sábado, 2 de junio de 2012

La Place Du Fantôme part. 2

He vuelto, después de la larga espera, dije en la entrada anterior que todo Febrero me iba a dedicar a hablar de LGS, pero resulta que esto se ha ido alargando y seguirá, planeo 12 entradas más incluyendo esta, pero no crean no he investigado, de hecho me he dado cuenta que no conocía ni había juzgado bien a Sophie, la he descrito mal, siempre he hablado de que ella es la voz de la nostalgia, pero contrario a eso, sus primeros discos nos hablan de una persona divertida, una que se arriesga, una que incluso brinca la cuerda en sus conciertos... Sophie ha crecido, bastante, y con ello su música, es obvio que ha hecho su edad y con ella las temáticas en sus canciones han cambiado. La vez anterior les presente la primera parte de una entrevista, ahora les presentaré un texto que me pareció una bella semblanza de ella. Me gustaría que entendieran el entorno de LPDF, aunque también he aprendido que la música de Sophie no es para todos.

A la edad de trece años, La Grande Sophie ya había comenzado una banda con su hermano y jugaba en el garaje de la casa de la familiar  en Marsella. Y al reflexionar bien sobre eso, dice que de hecho siempre supo que sería cantante. No necesariamente una necesidad absoluta, ni un deseo violento, sino un hecho. Incluso en los momentos en que tomó un poco más lejos, las Bellas Artes, por ejemplo, donde estudió después de graduarse, ella no podía dejar de poner música. "Construía formas al lado de las cuales ponía a pequeños altavoces que difundían mi voz o una canción que tocaba con la guitarra. En un momento comprendí que la música jamás me dejaría ir.”


Entonces Sophie " subió a París ", un sueño que amaba desde su primera visita de la capital a los 12 años. Y no dejó nunca más de escribir, de componer y de cantar. Hubo unos períodos más fáciles que otros, trabajitos para comer, pero se niega a hablar de cocina, una palabra que no le gusta, que no refleja su realidad. Hubo unos álbumes también, críticas cada vez más alentadoras y un núcleo de partidarios fieles y presentes en cada concierto. 


La Grande Sophie no es de las que los paparazis toman fotos al Barón o sobre el sitio de las Lizas, o de las que monopolizan la radio o se vuelven jurados en emisiones de reality shows, sino supo en el curso de los años hacerse un sitio en el paisaje embotellado de la canción francesa. Con una constancia y una autenticidad que la distinguen de todos los cometas que brillan el tiempo de un álbum. Esto me es que lo dice, Sophie, ella, habla de un camino que ha trazado, el placer y el trabajo. Ella dice también que es un poco salvaje y que tiene la creación solitaria. 


Si me reuní con ella, es porque el mes pasado, literalmente escucho en rizo su sexto álbum, "LPDF"  Una cita fue lo que solicité, lo que jamás hago (la idea de pedir nada es sobre todo una tortura para mí), pero ahora no puedo explicarlo, este álbum me revolvió tanto, me habló tanto, que tenía ganas de enviar una flor azul en agradecimiento.
Cuando la adorable Coralie de Polydor me previno que esto sería para el martes, a las 17 hora en el Café Delaville , primeramente salté de alegría, luego un segundo mas tarde estaba completamente paralizada. Una vez que se han dado las gracias, ¿qué iba a hacer? ¿tartamudear? yo que no conozco nada de la música y que para toda crítica musical sólo tengo dos expresiones; Me gusta / no, demasiada guitarra eléctrica "


Demasiado tarde, la batea fue lanzada, entonces me apunté no muy orgullosa, rezando para que La Grande Sophie fuera del género comprensivo y amable, no el artista alérgico a toda cuestión que salga del marco promocional u ostensiblemente irritada de darse un golpe promoción.  Fue, lo has adivinado, la primera opción. De una gran dulzura, Sophie planta sus ojos en los suyos para responder y tiene la elegancia de parecer encontrar pertinentes las cuestiones más anodinas (¿al mismo tiempo, acaso "es maravilloso este álbum" es una cuestión?). Agradable y discreta, con esta distancia ligera que hace que se abstiene bien de ser intrusivo. Lo que de todos modos tendría poco sentido por como ella se entrega en el álbum.


Las diez piezas de LPDF, desarrollan el hilo de lo que podría ser la historia de una avería, o el duelo, roza el dolor de la renuncia de un niño que no vendrá "posiblemente jamás (peut-être jamais)", pero que se sigue esperando, siempre.  
 Una oración que no se debe olvidar, una reflexión sobre el paso del tiempo, en este espejo canción, "Usted hace su edad (“Tu fais ton âge”) , o una carta a Suzanne, que es la amiga imaginaria de Sophie a la que le pide "lo que ha hecho de sus estrellas " . "¿Quién va a sostener mi mano, quién se llevará a mi pulso, quién  va a cambiar las flores" , todavía pregunta Sophie en "Endulzar las fresas (Sucrer les fraises)”. "Iré a plantar mi tienda en el Edén o en el infierno de Dante, un día".


Un disco escribe al curso (¿al término?) de un período del que se comprende a  medias palabras que fue doloroso, canciones para saldar el pasado y empezar un nuevo episodio, "pasar a otra cosa" ("passer à autre chose"). Un disco intimo sin ser impúdico jamás, posiblemente porque casi la totalidad de las canciones se dirigen a este otro, esta presencia, el fantasma que da su nombre al álbum. Pocas canciones al "yo" y para la llegada de las canciones que hablan de nosotros, también.
Un disco sobre la feminidad, el miedo de marchitarse, el corazón que se convierte en "un jardín donde las flores no tienen más perfume", la filtración del deseo, el apetito del tiempo que no para. Un disco melancólico donde la voz de Sophie toma toda su amplitud, grave en ciertos pedazos, más agudo en otros. Palabras a veces sombrías que hacen contrastar ciertas melodías bailadoras, y línea de fondo, ese placer que parece querer cantarlos.
Me gustó que La Grande Sophie confiara su alegría de lira de las críticas tan positivas sobre lo que fue un trabajo de varios meses. Qué insista también en el trabajo, justamente, corolario de este resultado, la constancia de la que hay que dar prueba cuando se desea trazar su camino en las  canciones. Me gustó sentir también su alegría de irse de nuevo sobre escena: "Para una soñadora como yo, la gira es la realidad del instante, ni hablar de proyectarse en un futuro ", la confesión del nerviosismo, su pánico al miedo de olvidarse las letras y la emoción por delante. Me gustó que particularmente no pareciera apreciarse en foto mientras que era, sin artificio ninguno, lo que se llama una mujer guapa.

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Bien, ha sido una larga traducción, pero valioso extracto que he sacado de http://www.penseesderonde.fr/2012/03/la-grande-sophie-la-place-du-fant%C3%B4me-polydor.html por sí ustedes hablan francés y quieren ahorrarse una lamentable interpretación mía, en la próxima entrada mi evaluación del disco...

1 comentario:

  1. Hola. Es bueno leerte de nuevo, yo también andube algo ausente del mundo blogger este último par de meses. Me llama la atención el nuevo fondo en tu blog, me gusta, aunque quizás sólo necesite que le cambies el color de la fuente de la frase del mes para poderla leer, aparte de eso todo está genial.

    Saludos, que tengas excelente día.

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