viernes, 18 de noviembre de 2011

Intención

No todo aquello que se escribe es bueno, nunca he iniciado un texto con la intensión de que salga mal, en búsqueda de la perfección nos encontramos con que la inspiración, talento y demás influye, ciertos defectos hacen reales las historias e incluso conmovedoras, quizá debería arriesgarme, buscar dentro y no afuera donde nada es correcto.

La soledad pesa cuando hay demasiada gente alrededor, cuando crees que te juzgan al pasar, cuando no encuentras a nadie, cuando solo buscas a una persona, es en los lugares mas grandes donde no queda espacio para ella.

Nos saludamos, nos despedimos, jamas he tenido la intención de quedarme, he huido de la compañía tanto tiempo que ahora lo extraño todo, incluso los malos ratos, nunca hay tan malos ratos como los actuales, el pasado es anecdótico, así también los errores, pesan únicamente por estar en el presente.

Entre letras y siluetas busco el tiempo y las respuestas, aunque aun no estoy segura de las preguntas. Me gustaría decir que esta es la ultima vez y la primera oportunidad, me fió demasiado de mi buena fortuna, sonrió y de alguna manera se que estaré bien, que puedo seguir conteniendo, hasta ahora el truco de apretar la mandíbula ha servido, he sabido detener los pequeños impulsos, excepto los del pensamiento.

Aspiro seguir con un plan de vida que formule hace diez años, dibuje un camino muy complejo, el cual de girar se desvanece, ¿Somos nosotros los causantes de nuestra propia tristeza, de nuestros mas grandes miedos?, parece que si, tememos descosemos de un camino que quizá es el erróneo, tiendo a preguntarme ¿Qué vine a aprender? Quizá vine a perder el miedo al fracaso y así cuando encuentro pequeñas respuestas me aterra un poco la idea de morir en cuanto cumpla mi misión, las probabilidades serian similares a cualquier otro desastre disfrazado de accidente.

Debería subir a este edificio, gritar desde lo mas alto, gritar todo lo que la racionalidad me impide decirles, simplemente cantar esa canción que me invita al placer, hay muchas cosas que podría realizar, la pregunta ahora es... ¿Te atreverás?

viernes, 11 de noviembre de 2011

Éxodo

No puedo sacarme de la cabeza aquella noche, aun dudo de su veracidad, lo soñé o lo viví, a veces es difícil separar lo real de lo imaginario, soñar es un anhelo que invita a evadir la realidad, otras tantas nos marca metas, pero a veces debemos detenernos y regresar un poco para preguntarnos ¿Es posible?
Camino entre aquellas calles buscando un golpe de realidad, busco en aquel cielo un sol que ilumine mi sendero, encuentro sólo nubes y oscuridad, estoy en un laberinto y no encuentro la salida.
Horas, minutos y segundos corren a la misma velocidad, no logro apreciar la diferencia ¿Ha pasado una hora o toda mi vida? ¿Cómo saber si estoy vivo? Necesito sentir el viento correr y mi corazón dentro del tuyo.
Era viernes, corría el primer mes del año, de repente esos ruidos evocaban tu nombre, una sombra salió corriendo y dibujaba tu andar. Aquella última vez que nos vimos fue para decirnos adiós y yo sé que eres una persona definitiva, tu presencia era imposible. Locura temporal, quizá, pero entonces como explico la conversación y los besos, ya antes había visualizado tu imagen en otras personas, esos rasgos que yo encontré tan particulares de repente fueron generales. He escuchado que el vacío ocupa mucho espacio, sin embargo sigo con este hueco.
Días y noches pasan, a veces rápido, otras tantas despacio. Corro hasta tropezar, buscando regresar a aquel lugar, cada día despierto en un sueño diferente, la pesadilla es siempre la misma. Sombras, terror, caos, conspiración, inspiración… de nuevo ese laberinto, he llegado a la salida y la confundí con una trampa, regreso al mismo lugar esperando que el silencio evoque un atajo. Anhelo su llegada pero rechazo la idea de su regreso.
Sólo cuento con un par de días más para argumentar algo a mi favor, la conciencia me ha estado buscando y ya no se que más decirle para que me libere de la prisión que me generan tus pensamientos.
He ascendido del infierno, todo buscando una pregunta que me genere la respuesta ideal. Hacer las cosas diferentes para obtener otros resultados, buscar entre los recuerdos y encontrar aquella felicidad perdida, añorar en demasía el pasado es síntoma del horrible presente que se está viviendo.
Me he renovado entre las mentiras, la confusión y la hipocresía entre la que estoy rodeada, he renegado de ese camino, es del que he estado huyendo, el que no vengas a mi lado me detiene y me frustra, no dejaré que te quedes en ese laberinto, dejarte ir es aceptar que aun saliendo quedaré encasillada, ¡huye conmigo!, tu respuesta no debe ser esa pesadilla, rompe los muros y permíteme salir.
Siento que poco a poco pierdo el control, estoy encerrada en el laberinto del capricho, vivir encima de mis deseos como prioridad, sonrío por un instante, quizá llevé días así, veo a aquellos niños jugar, encerrados en ese mismo laberinto pueden sonreír, su inocencia les ha permitido ver la claridad que he buscado, de hecho la que todos hemos estado buscando, no caen muros, pero se edifican ideales disfrazados de libertad.
El tren hace su arribo, más gente se suma y otra tanta se va perdiendo conforme su andar lo permite, alejarse es una opción, quedarse la peor si se desea un cambio radical. No huyo a lo que temo, temo a lo que me alejo, razones ya no hay. Brindo por todos nosotros, aferrarme al pasado es restarle potencial al futuro y aunque este es incierto, la incertidumbre me emociona.
Por fin amaneció, todos aquellos sonidos a los que fui sordo reaparecen, aves, viento y música alrededor, un himno proclama en lo alto.
¡Ahí esta! Es la respuesta, brincaré lo más alto, he visto lo que necesitaba.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Des roses rouges

Iniciar y terminar son de las cosas más complicadas en la vida, tomar iniciativa requiere de fuerza de voluntad, terminar en cambio requiere valor e ingenio.

Ahora mismo, tengo una disyuntiva, no se como iniciar, me concentro mientras a mi alrededor las personas juegan ping-pong, se ven bastante alegres a pesar del clima, supongo estamos a a unos 15°C, mis dedos se congelan a cada palabra, el otoño ha terminado ya hace algunos días, comenzó el invierno y lo hace de buena manera, el frío aún no esta para deprimir a nadie, a menos claro que se viva con nostalgia en el corazón, considero que a veces las personas deberíamos conocer la felicidad hasta el final para no añorarla cada vez que se va, sin embargo, al no conocerla y solo escuchar de ella, viviríamos tristes todo el tiempo y al fin y al cabo añorando una utopía.

Me encuentro debajo de un árbol, bastante inspirador podrían pensar algunos, la verdad es que en alguna época de mi vida, el mejor lugar para escribir era un salón de clases, ahí comenzamos la mayoría.

Algunos perros corren, algunas hojas me caen encima, no me molesta, quizá de esa forma los árboles lloren, es su ciclo de vida.

Escribo en una hoja, no de árbol, suelen ser frágiles y pequeñas para el tamaño de mi letra, de hecho escribo sobre la hoja habitual de examen, conforme se va llenando se puede apreciar cierta confusión, tachones y algunas roturas provocadas por el tiempo.

Este podría ser cualquier día, en mi vida es viernes, casualmente mi día favorito, podría jurar las personas sonríen mas hoy que en cualquier otro día, se acerca mi hora, mi jornada termina oficialmente en 15 minutos, obviamente no me encuentro haciendo nada serio, los pasatiempos nunca deben ser algo serio, el día que lo hacen se convierten en obligaciones, escribir es un pasatiempo que algunos decidieron convertir en un empleo y sí tienes talento, es un buen negocio a muy largo plazo, yo no lo tengo, aunque ame decir lo contrario, bien, una cuartilla y aun no empiezo, me distraen las notas en la cabeza, una de las notas suena a Des roses rouges, es la segunda vez que la escucho y ya la amo ♫Goodbye my lover...♪

NOTA ADICIONAL: http://www.youtube.com/watch?v=Kozj2L37B9E