Estoy enamorada, mucho, a veces siento que ni siquiera puedo
controlarlo, pero ¿por qué habría de querer controlar aquello que me hace tan
feliz? No, no hay una razón para ello, quizá tranquilidad para volver a aquella
vida aburrida que solía tener, sin emociones, sólo estabilidad.
Ahora mismo mi vida es una montaña rusa, siento toda la
adrenalina a su lado y al mismo tiempo siento miedo de esas subidas y bajadas
cuando no estoy a su lado, al final todo se mezcla y resulta en una aventura
extraordinaria.
No puedo concentrarme, sólo quiero recordar cómo es, lo que
vivimos y entonces cada canción que sueltan en la calle o cada película me hacen
querer estar a su lado. Siempre dicen muchas cosas sobre el amor y creía las
personas exageraban, ahora lo vivo y creo las personas jamás se han enamorado
porque ninguna de sus descripciones se acerca a lo que yo siento en este
momento.
Dice Ellie
Goulding en una de sus canciones Who are
you to make me feel so good? Y eso mismo me pregunto, ¿por qué de
repente se ha convertido en mi todo? Y no tengo respuesta lógica, sólo
justificaciones. También me pregunto si así se siente estar enamorado o si
estoy exagerando. Si en este momento me pidieran describir felicidad en una
palabra lo más probable es que dijera su nombre.
Sé que no sueno razonable en este momento, pero ya llevó
mucho tiempo siendo razonable y en todo ese tiempo jamás me había sentido tan
feliz, nunca antes había querido bailar sin razón alguna al caminar ni ver a
alguien con la ansiedad de alguien que está por cumplir ese anhelo por el que
siempre lucho.
La gente me diría que para tan poco tiempo quizá esté siendo
demasiado intensa, pero yo pienso en que esa creencia de que el tiempo
intensifica los sentimientos es relativa, me siento así ahora pero puede que el
tiempo haga que el corazón me explote por tanto amar.
No quiero vivir atada a lo que la gente dice que debería de sentir, quiero sentirlo, sin preocuparme por lo que es correcto o sano para mi, quiero estar loca de amor por ese alguien.
No negaré que me genera
cierta incertidumbre el no saber que va a pasar mañana, pero esa incertidumbre
se convierte en un aliciente que me invita a hacer mi mejor esfuerzo para darle
a esta historia el final feliz que se merece.
Quiero que este amor, este que estoy viviendo, sea un día a
día bajo el lema de no tengo miedo.